Está contenta con el nuevo proyecto y satisfecha de poder conciliar –más aún– vida profesional y familiar –algo que nunca ha dejado de hacer, viajando todas las semanas de Madrid a Bilbao y viceversa– con un programa semanal. No le gusta airear su vida privada, pero se nota que está feliz. Tiene una hija de dos años y medio, y sólo por ella hizo un paréntesis en su trabajo; dejó “El diario…” unos meses, cuando, en noviembre de 2006, quiso dedicar más tiempo a la pequeña recién adoptada.

-Siete años al frente de un programa es un récord y te convierte en una experta en testimonios.
-Pues sí, es un récord. No sé si me he convertido en una experta en testimonios, pero a los siete años de “El diario…” hay que añadir los de “Ésta es mi gente”, de ETB, donde también presentaba testimonios.

-¿Te sientes satisfecha?
-Lo cierto es que “El diario…” ha sido para mí un regalo. Lo digo sinceramente, porque a través del programa he conocido a gente real. Vivir, oír, sentir tantas historias, me ha enseñado a no juzgar, porque este país no es tan moderno; la gente que ha pasado por el programa es gente real. Se presentaban testimonios que yo a veces no entendía, pero que eran reales. El balance ha sido muy positivo. Ahora hay que empezar otra etapa.

-¿Te has llevado sorpresas con alguna de las entrevistas?
-Por supuesto, porque, aunque antes de ponernos ante las cámaras, hay entrevistas previas, estamos hablando, como decía antes, de gente real. No son actores; son personas que reaccionan al hablar de sus vidas, de sus problemas, que se emocionan. En el programa me he reído, pero, sobre todo, me he emocionado; no he llorado pero he estado a punto.

-Y ahora un programa dirigido a adolescentes.
-Sí, en septiembre empiezo un programa no sólo dirigido a adolescentes sino también a los padres de los adolescentes. Éste es un mundo también problemático, complicado, porque yo creo que antes había menos cultura y más educación; ahora los chicos son menos educados aunque tengan más cultura. El programa será un “late night”, después de “Física y química”, porque sigue el perfil de los personajes de la serie, que son los adolescentes y adultos de los que vamos a hablar.

-Vives entre Madrid y Bilbao. ¿Resulta difícil? ¿Volverías a trabajar en tu tierra?
-Nunca digo nunca jamás. De momento estoy bien aquí, porque, hasta ahora he estado la mayor parte del tiempo en Bilbao (pasaba sólo dos noches en Madrid) y a partir de ahora voy a estar más, ya que es un programa semanal.

-Así puedes estar más tiempo con los tuyos.
-Sí, soy afortunada, me considero privilegiada porque concilio muy bien el trabajo con la vida familiar. Hay gente que trabaja en la misma ciudad en la que vive y pasa menos tiempo en casa. Estoy contenta porque voy a poder estar todavía más en familia, con los amigos.

-También te va bien en tu otra faceta como empresaria de hostelería.
-En diciembre abrimos el restaurante “Sua” en Madrid –cocina de fusión a partir de la gastronomía vasconavarra–, pero el restaurante “madre” está en Bilbao. También allí hemos abierto “Piu Sua”, de cocina italiana. La experiencia surgió a través de un amigo que se dedica a la hostelería y me pareció un proyecto interesante al que me apunté con varios socios. Todos los de Bilbao estamos en Madrid y hay alguno más.

-Y hasta septiembre, ¿vacaciones?
-Me he cogido unos días para ir a la playa y poder descansar.

Mi belleza al descubierto:

• Nunca me voy a la cama sin... desmaquillarme.
• En mi bolso siempre hay... crema de cacao labial.
• Mi perfume favorito... Caloche de Hermés.
• Mi producto de bellleza ideal... la máscara de pestañas negra.
• No saldría a la calle sin... el pelo limpio.
• En maquillarme tardo... quince minutos.
• Voy a la peluquería... cada dos meses.
• Cirugía estética... Ni a favor ni en contra. Ya veremos con el tiempo.

GRACIAS A jose fernandez arnaiz por la entrevista